miércoles, octubre 18, 2017

El enamoramiento y la sexualidad en la tercera edad [18-10-17]


El enamoramiento y la sexualidad en la tercera edad

El ser humano es una especie gregaria, social que vive en comunidad y en compañía, es decir rodeado de otros seres humanos. Antiguamente las familias estaban constituidas por los abuelos que estaban rodeados por sus 4 o 5 hijos y estos a su vez aportaban a las familias unos 15 a 20 nietos, por lo que las familias eran grandes y numerosas. Actualmente con el control de la natalidad, las familias se han reducido a padres e hijos y la mujer que antiguamente se quedaba en casa realizando las actividades del hogar ayudando a la mama o a la abuela, hoy esa mujer es más libre, más independiente con trabajo, estudios y altos estudios universitarios, maestrías y post grados de manera que ya no se queda en casa sino que está trabajando y ocupando cargos importantes.

Todo este cambio social trae como consecuencia que las personas cuando llegan a ancianos, ya no se quedan rodeados de hijos y nietos, sino que se quedan solos, y cuando uno de la pareja fallece, el adulto mayor que se queda en casa, permanece solo.

Debido a los cambios sociales antes mencionados, y la mejor esperanza de vida y calidad de vida, esa persona de 60 o 70 que hace unos 30 años atrás o más, era todo un anciano, hoy es una persona completamente productiva, independiente y sobre todo con ganas de seguir viviendo y produciendo.

Esa persona de 60 o 70 años ya no se queda en casa esperando que pase el tiempo, esa persona si ya se encuentra jubilada y no tiene otro trabajo, generalmente está realizando algún tipo de pasatiempo, como  el acudir a clubes de jubilados o clubes de personas de la tercera edad. Y pasan el tiempo muy bien de manera muy productiva. Acuden a realizar actividades de recreación y socialización, como viajes, bailes, juegos, música etc.

Como médico Geriatra he visto que en esos clubes muchas personas adultas mayores en condiciones de soltería por viudez, divorcio o soltería empedernida, han logrado unirse en parejas con otras personas de su edad o contemporáneos.

Es un derecho total el decidir si uno desea estar solo o no. Nadie se debe de entrometer en la vida de un adulto mayor, ni los hijos, salvo que el adulto mayor no se encuentre en capacidad de decidir por sí solo.

Por motivo de alguna enfermedad (algún tipo de demencia). Ya no es ninguna novedad ver a parejas nuevas, que se han conocido y unidos luego de los 60 o 70 años y muchas veces los mismos hijos de ellos son los padrinos o testigos de las bodas.

La vida es una y nunca hay motivos para dejar de vivirla
 

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